LA LITERATURA PRIMITIVA: EL
CLÉRIGO Y EL JUGLAR
Se entiende por literatura
primitiva, a la literatura de los comienzos, y también literatura vernácula.
Esta literatura primitiva está enfrentada con dos órdenes literarios en una
determinada significación.
A) Con el folklore.
B)Con el fondo de la lengua
latina y toda la literatura que lleva consigo esta lengua.
Esta lengua vernácula o primitiva
difícilmente alcanza el documento escrito. Aun en el caso que llegara al texto
los factores perturbadores son muy negativos.
El texto era muy poco propicio
para su permanencia porque la literatura inicial de este periodo no se realizó
para ser escrita sino para ser interpretada por alguien, en cierto modo de
orden profesional. Esta literatura primitiva o de origen está estructurada para
que el receptor la reciba a través de la
voz del intérprete y la escritura es un recurso accesorio, por lo tanto, los
participantes, los intérpretes serían los juglares y los clérigos.
De la voz pasaremos a escribir el
texto. Pero una vez escrito tampoco existe una comunicación entre el emisor y
el receptor. El texto se escribe para que alguien lo lea. Los demás oyen.
A la comunicación oral sigue la
lectura en voz alta del texto. De aquí se va pasando a la lectura visual que
será el grado último. En este periodo es difícil llegar a la lectura personal;
se requiere una serie de condiciones sociales. Tales como ser hombre de Iglesia
y hombre o mujer de Corte. Por lo tanto, en este periodo, lo corriente es la
lectura en voz alta.
Decíamos anteriormente que el
participante o intérprete de la obra poética en esta literatura primitiva es el
juglar y el clérigo.
Funciones de cada uno de ellos:
Juglar. Hay que señalar que ni
el juglar ni el clérigo fueron solamente escritores, tal como pudiera
entenderse en un sentido moderno de oficio o profesión. Ambos desarrollan otras
muchas actividades, y una de ellas, aunque no la más importante, resultó ser la
de crear obras poéticas en las lenguas romances.
El juglar ejercía su oficio
entreteniendo a las gentes con sus habilidades, que eran muy diferentes, según
su clase y según el público que le rodeaba: juegos de circo, músicas, cantos
con instrumentos. Existieron también juglaresas, y los había moros y moras.
Entre los asuntos de estas obras
juglarescas los hubo de carácter religioso, o incluso hasta cortés, y en estos
casos la obra de los juglares podía recibir inspiración clerical, de manera que
la división de los mesteres no ha de entenderse de manera tajante.
Los juglares eran viajeros por razón
del oficio y su arte había de gustar a gentes muy diversas, tanto en clase
social como en cuanto a diversidad de lugares. Si se llama al juglaresco un
arte popular, ha de ser entendiendo que el pueblo lo forman las clases sociales
reunidas en una convivencia de diversa naturaleza: reyes, cortes, señoríos,
ciudades, villas, aldeas y cuantos pudieran juntarse.
¿Cómo pueden participar los clérigos en el poema?
Clérigo tiene las siguientes
acepciones: A) hombre de Iglesia. Medida más alta en el nivel intelectual en la
Edad Media. La expansión de la cultura clerical llega a todos los lugares donde
llega la Iglesia.
B) Sabio, conocedor técnico de
una materia. Esto lleva a la profesionalización. Funciona sobre el latín. Va a
penetrar por la misma Iglesia. La Iglesia va a tener la necesidad de conocer,
de comunicarse con el pueblo de Dios. Si el pueblo de Dios no conoce el latín,
la Iglesia tendrá que intentar adaptarse al pueblo de Dios.
El clérigo acaba por convertirse
en escritor romance. Se caracteriza por su saber intelectual, a diferencia del
caballero guerreador. Sin embargo, no falta tampoco el clérigo combatiente.
El clérigo como autor de una
poesía de intención artística inicia la literatura en un sentido etimológico.
El criterio del autor clerical tenía sobre sí la tradición culta de la
literatura latina y a su amparo creó, a su imagen y semejanza las primeras
obras de poesía culta en la lengua romance. Sin embargo, el arte de clerecía
resultó siempre de compromiso: tuvo que ser popular o aparentarlo, porque su
fin era valerse de la lengua común para tratar de asuntos moralizadores y si acudía a los temas
seculares, estos habían de ser en principio acomodados al sentido de la vida
medieval.
LA LÍRICA TRADICIONAL EN LA EDAD MEDIA
Para el estudio de la primitiva
literatura medieval existe siempre un grave obstáculo: las pocas noticias que
nos quedan de las obras, autores y circunstancias de la creación de aquella
época. Por eso se la llama de “los tiempos oscuros”, pero esto es solo desde el
punto de vista de nuestro conocimiento con respecto a ella; pues, en la Edad
Media, existió como en todas las edades, la luz de la poesía. Mientras que el
latín fue entre los grupos sociales de un alto nivel cultural, en los primeros
siglos de la Edad Media una lengua con ímpetu creador, manifestado en una obra
literaria, las variantes románicas hubieron de sobreponerse lentamente a la
dispersión dialectal propia del habla de la conversación, y después crear una
grafía que fuese la base de la escritura de los documentos. No se puede
comenzar un estudio de la obra literaria sin documentos, que pueden ser
directos ( es decir, los textos de las obras) o en caso apurado, indirectos
(noticias que se refieren a ellas de algún modo). El historiador de la
literatura medieval escruta esta oscuridad de los orígenes. Con la aparición de
los textos poéticos documetados por la escritura existe ya una base firme, y
comienza propiamente la función del conocimiento crítico, que requiere tener
ante sí la obra que ha de comentarse. Solo que el historiador no quiere
quedarse en este límite de la obra conocida, y emprende entonces la gran
aventura crítica, consistente en penetrar en esta oscuridad, valiéndose de las
noticias indirectas, que, bien fundadas, pueden tener también su valor probatorio.
Motivos de la lírica popular.
Menéndez Pidal, en un estudio
titulado “La primitiva lírica castellana” (1919) supo ver el planteamiento de este asunto, debatido por
los críticos, que habían llegado a negar o a menospreciar la existencia de esta
clase de poesía en la literatura española; reuniendo las noticas, entonces
escasas y dispersas, alcanzó a dar una primera interpretación a un riquísimo
caudal que estaba disperso o soterrado. Dentro de una orientación de orden
romántico, Menéndez Pidal afirmaba que en Castilla hubo una lírica primitiva,
como en otras partes de España, porque su existencia es razón de vida; cuando
aún no había lírica letrada, el pueblo cantaba su canción; y cuando la hubo, y
se encasilló en los cancioneros, el pueblo continuó cantando a su manera. El
motivo de estos cantos es muy variado, y suele darse en forma semejante en
diversas culturas y lenguas. En primer término, las situaciones de la vida que
son más propensas a la emoción, crea la circunstancia propicia: el amor es la
primera; los afectos familiares, el paso de las estaciones, el trabajo, que si
es del campo es una vía para la percepción poética de la naturaleza, los cantos
de camino para acompañarse, en el caso de las sierras, animar a las bestias de
carga, la soledad del pastor etc.
La religiosidad popular es otro
motivo, manifestada en las fiestas de la familia con ocasión de las grandes
celebraciones litúrgicas, los santos y patronos de los lugares, etc.
La lírica popular, siempre viva,
canta de mil modos y en formas diversas el eterno tema universal, el amor; y
solo cuando las analogías no son directas, se puede referir el canto a tal o
cuál época por determinados conceptos adjuntos o por especiales maneras de
expresión; detalles no siempre fáciles de advertir.
El término popular, por la
extensión y diversidad de su empleo, puede resultar equívoco. Con razón
Menéndez Pidal, que tanto hizo por el conocimiento de la literatura del pueblo,
avisa repetidas veces de este peligro, y en uno de sus más recientes estudios
precisa así su alcance, sobre todo en relación con el de tradición. Es
preciso distinguir claramente en el confuso adjetivo de poesía popular
dos de sus significados: 1) Poesía popularizada, poesía de un autor
acogida por el pueblo en sus cantos como una novedad grata, que es olvidada
pronto, porque pasa de moda; las variantes que cada cantor introduce son solo
deturpación del texto original que todo el mundo conoce como auténtico. 2)
Poesía tradicional, poesía acogida por el pueblo durante mucho tiempo, asimilada
como cosa propia, herencia antigua; las variantes que cada autor introduce,
unas deforman el texto y se pierden; otras perduran en la tradición, reformando
el texto recibido y conformándolo al gusto común de cada tiempo; estas
variantes ejercen una función creadora o
re-creadora; así la poesía arraigada en la tradición vive
en variantes y refundiciones, y esto lo mismo en la letra de la poesía que en
la música.
De estos motivos de la canción
popular hay uno que constituye el cantar de amigo, fundamental por su gran
desarrollo: es el canto de una joven que expresa una confidencia de amor, en
unos casos a la madre ( o a otras personas de la familia), y en otros, al
amado. El carácter de la canción puede variar, pero casi siempre expresa una
experiencia femenina que puede ser de muy diversa especie: la mención de un
simple gesto de inquietud, la confesión del amor y de sus efectos en el alma, y
todo manifestado con la delicadeza propia de la mujer, aunque a veces muestre
un guiño picaresco o incluso una audacia.
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